Los espaguetis (en italiano, spaghetti; singular spaghetto, diminutivo de spago, ‘cordón’) son un tipo de pasta con forma de cuerdas largas y delgadas, de sección circular.
Si bien son un plato típico de la comida italiana, cuenta la tradición que fueron introducidos en Italia por Marco Polo, a su regreso de China.
Son populares en la gastronomía de casi todos los países, no sólo la de Italia.
La mayoría de los que se consumen habitualmente son preparados comercialmente y deshidratados. Estos se cocinan hirviendo la pasta en agua salada hasta que se ablandan, lo que lleva aproximadamente unos 10 minutos desde que se introducen. La consistencia y la textura cambian en función del tiempo de cocción. La más popular en Italia es al dente, que lleva menor tiempo. Si se desea hacerlos bien cocidos, conviene agregar un chorrito de aceite, evitando que se peguen.
Los que son frescos deberían ser preparados con harina '00'. Los de menor calidad se producen habitualmente con otros tipos de harina. Se suelen servir con diversas recetas tradicionales, habitualmente con salsa de tomate y espolvoreado con queso rallado -por ejemplo, el parmesano, el reggiano- (usualmente duro y estacionado) o con mantequilla y ajo en polvo. Alguna de las variantes más comunes es «a la boloñesa» (spaghetti bolognese), donde a la salsa de tomate se le agrega carne vacuna picada; en Roma son muy apreciados con salsa amatriciana; mientras que en Argentina son consumidos más habitualmente con tuco. En México suele prepararse con un caldo a base de jitomate, cebolla y ajo, y se condimenta con crema agria y queso.
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